Tuesday, April 13, 2004

diez

él sí era bonito, fino.
típico gato doméstico.

y qué hizo mientras, quién sabe.
esperar sin darse cuenta.

y por qué desaparecer?
porque es mejor que estar y carecer de importancia.
como un perro abandonado en una casa.
no gato, no, los gatos se las arreglan solos pero no los perros.
se ponen tristes, no quieren comer.
juegan con los restos del dueño que se les fue.
con el olor que se le quedó en todos lados.
dentro y fuera, encima, abajo.
entre los dedos.
en el cabello.

y despertar y el sol tan arriba y tan afuera, qué más queda que irse.
a dormir a casa, a despertar y sentirse la mitad olvidada y darse cuenta de que fueron sólo los aretes.
y después sentirse como perro olvidado en una casa.
en la casa que no tiene ventanas... bueno, una.
pero alta, en lo ás alto del cuarto más frío.
del más sucio.
y sí pasó.
y fue bueno, sin remordimientos ni torceduras de nada.
a ratos muy de verdad.
como en la madrugada, con la barbilla sin rasurar raspando el hombro y la respiración pesada en el cuello.
dormido.
pero nada más.
el sol hizo lo suyo y amaneció sin memoria.

nostalgia de mierda, decir nostagia de mierda y odiar la palabra mierda.


soy un gatito chiquito, chiquito; gatito bonito, chiquito gatito.

Tuesday, April 06, 2004

nueve

y ahora qué vas a hacer?
no pasa nada en la casa, no pasa nada allá, afuera.
ni dentro.
quizá nunca más vuelva a estar dentro.
y vale la pena, pregunta lanzada sin morder. sin dientitos de gato bueno, ni gat malo, por supuesto.
vale la pena.
SÏ.
por qué lo vale.
no hay nada ahí.
ni en las cortinas ni en los pliegues de la ropa en el suelo, ni siquiera al llenar el vacío.
el vacío.
pero tú estás mal.
y no lo dice el gato, no el gato que no se da cuenta de nada.
sino...
ya.
es el sinal del post número nueve.

que esta vez nada tuvo que ver con menesteres félidos.



soy un gatito chiquito, chiquito; gatito bonito, chiquito gatito.